viernes, 20 de marzo de 2009

El Viaje

Tenía tu imagen.
Hoy tu voz ha llegado a mí.
Se repite en mi cabeza
Cada frase, cada palabra,
Cada aliento.
Como andar al caer la noche
Sobre un bosque húmedo
Cuando la niebla se empeña
En acompañar a la hiedra trepadora
Cuando el Búho se convierte en
Guardián de los movimientos furtivos
Y la humedad empapa mis ropas
y cabellos.
De tal forma se acelera el corazón
Y la imaginación se desboca
Y el deseo acompaña.
Cuando todo el bosque comienza a
Girar sobre ti y cada árbol
Se te echa encima
Cuando sientes que el momento ha llegado
Y no sabes si estas preparado
Y corres y corres y las ramas
Y las raíces te golpean.
Pero vuelve tu voz y la sensatez
Se desvanece.
Paras en seco , has estado corriendo
Hacia Ella. Ahora solo hace falta
Un pequeño paso.
Salí de casa, atravesé el bosque
Deje que me embrujaras.
Un paso y mi vida cambiará
No habrá Pasado y el Presente será
Un desconocido. Y tu voz que no
Deja de guiarme.
¿Adónde me llevará?
Un árbol me toma de la mano, no quiere que avance. La hiedra se anuda primero en mis tobillos; luego aferra mis piernas.
Mi pecho se adelanta y tira del resto de mi cuerpo.
He de alcanzarte. Lo desconocido no debe detenerme. ¡No cuando es tan dulce como Tú!
Pero mis piernas se han fundido con el lecho del bosque. Y ya no es un árbol el que me detiene. Setenta veces siete lo acompañan.
La niebla húmeda se ha convertido en muro, intenta que los sonidos no lleguen a mi, tampoco la luz. Pero no tengo que tener los ojos abiertos ni el sonido ha de hacer vibrar mis oídos. Estas grabada a fuego en mi. Cada gota de mi sangre conoce tu camino. Eres Tú quien….

Mi grito rompió la niebla que herida se retiró. Cada árbol volvió a su lugar en el bosque y rayos de luz clara lo inundaron todo. Había entrado en tu círculo, el tiempo se detuvo. Me dirigí a tu puerta. Y la abrí…..