Y de estas nadas se ha ido
fabricando indestructible
nuestra dicha, nuestro amor,
nuestra tarde...
Por eso aunque no fue nada,
se que esta noche reclinas
sobre la almohada de plumas,
tu ser, tu memoria, todo,
y que todo te descansa,
sobre una tarde de dos,
que no fue nada...,nada...
Julia Ebe
lunes, 28 de noviembre de 2011
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