sábado, 19 de octubre de 2013

Solipsismo, a vueltas con.

Breve, conciso, parco en palabras, superficial.
Observador de todo, protagonista de nada.
Solipsista.
Efectivo, de corte quirúrgico, acero, frío.
Un llanero solitario.

Un calor de pelotas, ¿dónde esta el puto Otoño?
Me lo han robado, o lo he perdido.
Últimamente cada vez que miro atrás algo ha desaparecido y las más de las veces ni siquiera puedo recordar el qué.

¿Es el mundo siempre y cuándo pueda ser descrito por palabras?
Algunos dicen que las palabras son el arma definitiva, que con ellas puedes hacer un mundo o quizás todos los mundos posibles están ya contenidos en ellas.
La pura verdad en este momento es que me importa un carajo. El mundo soy yo, y punto y pelota.

Lo malo es cuando compras un mundo que te venden y ni siquiera te das cuenta de que te lo están vendiendo, y claro tampoco te das cuenta de por cuánto te lo han vendido.

Terminas con deudas, muchas deudas.
Te conviertes en un pagador de deudas, por cosas que ni siquiera sabías que estabas comprando.
 Vas por la vida creyendo que te lo dan todo gratis y claro, luego pasa lo que pasa.
¡Eh! ¡Aún no conoces nuestro way of life!
 Y claro, quieres conocerlo pero, ¡ah amigo!¿No leíste la letra pequeña?
Y te quedas a las puertas.

Total , no quieres más deudas y aquí aparece el solipsismo y es tu salvación.
Eso crees.

 Luego resulta que también hay que comprarlo.

No conozco a ningún solipsista de natura. Todos están pagando deudas

Yo quiero ser un guijarro pero resulta que eres un ladrillo.
¡Soy el niño guijarro!
Pues no señor, es usted un señor ladrillo y le hemos colocado en este muro, y como buen ladrillo estás cementado porque te cobran el haber hecho de ti un buen ladrillo.

Y claro, adiós al solipsismo.

Y claro, necesitas cerveza y algo por lo que sufrir que no sea tu solipsismo perdido.

Al día siguiente echas de menos ser el mundo, y te dejas barba, porque la barba es tu decisión.
Tres días, y resulta que tampoco.
Tu mente subconsciente te domina, como un buen culo empaquetado en unos jeans. Que no eres tu el que lo miras, que es tu subconsciente.

Y claro, no eres un átomo perdido en el universo porque están las leyes de la gravedad y otras muchas leyes que hacen que mires el culo.

Y Tu, lo que quieres es ser solipsista de pro, y nada que no hay manera.