En mármoles de fuego estremecido,
en perlas de agitada primavera,
copiaré la estrella prisionera
en tus ojos de cielo amanecido.
Moldearé tu beso presentido
en la masa de luz de mi quimera,
y esculpiré tu vida pasajera
en la fibra vibrátil del olvido.
Labraré tu ingénita ternura
con la fiebre perenne de mis manos,
induciendo en mi mente sueños vanos
perdidos en un tiempo sin premura.
Derretiré la nieve en los sentidos
para engendrar el cuerpo de las horas,
donde nacen y mueren las auroras
y se funde tu pasión con mis latidos
Julia Ebe
jueves, 8 de marzo de 2012
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