Nada.
No hay deseos.
No hay esperanzas.
No hay sufrimiento.
Nada, no hay nada.
Nada con lo que sóñar.
Nada por lo que llorar.
No hay risas, no hay cantos.
Na hay luz, ni soledad.
No hay palabras.
...Sigo caminando.
lunes, 2 de junio de 2008
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