II Poema entrelazado 6

Y esa nada de ayer

que todo lo es hoy

se funde melancólica

en leve y sutil bruma

para aterrizar silenciosa

en las praderas donde

el agua y el fuego unidos

acarícian los límites

de lo que fue todo

nada queriendo ser.

Si me recuerdas

renuncio a ser todo

como tu nada.

Pedro

II Poema entrelazado 5

Y de estas nadas se ha ido

fabricando indestructible

nuestra dicha, nuestro amor,

nuestra tarde...

Por eso aunque no fue nada,

se que esta noche reclinas

sobre la almohada de plumas,

tu ser, tu memoria, todo,

y que todo te descansa,

sobre una tarde de dos,

que no fue nada...,nada...

Julia Ebe

II Poema Entralazado 4

Los ojos no pueden callar

ni las palabras esconden.

El deseo y el tormento

son frutos banales

y, aunque de la mente juegos

humanos nos hacen

Pedro

II Poema entrelazado 3

Palabras, palabras sueltas,

deleite en incoherencias,

son voces puras, voces

de su servir olvidadas…

pero te miro a los ojos

y el alma allí te luce.


Julia Ebe

Espérame en Tokio amor mío

Cuando los amantes han alcanzado el clímax

de su vida común

y a su colmo de dicha sólo siguen las nubes

deben subir hasta la cumbre del Fuji-yama

y lanzarse por la boca del volcán encendido

Su caída dura toda la primavera

y hay la posibilidad de que caigan con vida

Sólo entonces el amor sería eterno

(Nota: Este es un poema de Jotamario Arbelaez.
("Tentando al demonio") Lillian lo quería compartir con tod@s)

II Poema Entrelazado 2

Te lo explicaré

desde la melancolía de mi calle,

a través de la ausencia, del recuerdo,

a través de las heridas en mi piel,

a través de la sombra de mi deseo.

Pedro

II Poema Entrelazado

Como me vas a explicar

di, la dicha de esta tarde,

si no sabemos porque fué,

ni como, ni de que ha sido,

si es pura dicha de nada?


Julia Ebe

Soñar

Aquí, en esta orilla blanca del lecho donde duermes,
estoy al borde mismo de tu sueño.
Si diera un paso más,
caería en sus ondas,
rompiéndolo como un cristal.
Me sube el calor de tu aliento
hasta el rostro, con el soplo leve
de tu dormir soñando.
Con mi alma doblada sobre ti,
aparto tus cobijas suavemente
y recorro tu cuerpo con el ansia
candente de mis besos.
Y de pronto, en el oscuro
silencio de la noche,
empieza mi soñar
al borde de tu lecho,
y dentro de mi
tu cuerpo siento…
como quemante lumbre
que devora la inquietud
que me consume

Julia Ebe

En la noche

En la noche lo sueños se hacen verdad.


Lo que sucede en la noche,
se desvance en la mañana.

En la noche no caben desgarros.

En la noche te echo de menos,
aunque en la noche no haya soledad.

En la noche el corazón no sufrió el puñal.

Lo que sucedió a la luz del día,
nunca pasó.

El día se alimenta del dolor que ignoras.

El día esta lleno de lagrimas,
el día me aleja de tí.

A plena luz del día no se puede olvidar.

Vengo a buscarte
sin saber que camino vamos a seguir.
Las ganas que tenía
eran una extraña enfermedad.
Quiero soñarme
sin tener caminos que haya que seguir.
Las fuerzas que tenía
se escaparon y ya no volverán.

Sensación

Para Susana


Ninguna sensación es más sencilla
que la canción del viento en el camino,
por ella el riachuelo cristalino
es del dulce sabor de la frutilla.

En la magia feliz de una semilla
el amor, crisálida del trino,
navega el manantial de mi destino
y se oculta en el rubor de tu mejilla.

Si espero tu regreso, resignada,
no veremos nacer la primavera,
seremos soledad, chispa o quimera
donde el amor convive con la nada.


Julia Ebe

Poema entrelazado 5

¿ Serás amor,
un recordar
de la misión del alma?
Vastos fondos
de tiempo y de distancia,
anhelos huecos,
blancura vacia,
que se puebla
de recuerdos no tenidos,
horizontes sin llegada,
suspiros contenidos.

Julia Ebe

Refugiados

Algunos lejanos,
Tantos a tu lado.
Pequeños, niñas y niños
Columnas que se rompieron
Ramas quebradas
Sangre y amor
Refugiados

Todos quedaron,
Sin saber si son amados
Crecieron hombres y mujeres
Sin saber coger una mano
Déficit de amor
Las caricias que faltaron

Lo siento por mi,
Que fui también 
Un refugiado.
Lo siento por ti
Porque dices
 que lo has olvidado
Y en tu corazón
El amor es sangre,
Y sin embargo
Sigues siendo, un
Refugiado 

Madrid

El calor es sofocante
No se a donde voy a volver
Cuando quiera olvidarte
Los besos que me das
No son de verdad
Y aun espero faltarte
Falsa impostora
Ciudad
Madrid arcoiris
Canalla ciudad
Cada noche
Me acuerdo de ti
Corazón , Madrid
Y al amanecer te odio
Madrid
¿A donde vas?
¿Te acordaras de mi
El día que ya
No pueda mentirte?
Mi única verdad
Mi noche, mi todo
Madrid

Poema entrelazado 4

¿Serás Tu
Cuerpo ardiente y Temblor
De caricias esperadas?
El deseo ya perdido
Por la ausencia,
Apaga los sentidos
Y la sangre.
Tormenta solitaria
Deja que te abrace

Plegaria

Fragua de sol incendia la distancia,

marino arpegio baña tus latidos

y en espumosos riscos, mis sentidos,

precisan de tus labios la fragancia.

Onda de luz, barca de inconstancia

navegan la memoria, los sonidos

y el murmullo de tus besos presentidos,

son caricia, pasión y resonancia.

Desnúdate mi amor, se la brisa,

que calme mi cuerpo que procura,

fundirse con la miel de tu locura.

Julia Ebe

Poema entrelazado 3

¿Serás amor,

resplandeciente visión

de auroras y mañanas?

El mundo estremecido

de impaciencia

revuelve la sangre

 y la esperanza,

noches de pasión,

dulce añoranza.

                          Julia Ebe

Poema entrelazado 2

¿Serás mundo,
Un lugar oscuro o cuna de mi alma?
Amar como principio
Es suicidarse.
Los seres sueñan que se quieren
Y se sueñan hasta el alba.
Amor bajo las estrellas
Fuego del alma

Poema entrelazado 1

Quimera
¿Serás amor,
un largo adios que no se acaba?
Vivir, desde el principio
es separarse.
Sueño y misterio de dos seres
que se quieren hacia el alba,
amor vuelto estrellas,
mundo, calma.

Julia Ebe

El Prisionero

¿Quién me enseñó a volar?

Y no me permite mostrar mis alas.

¿Quién gritó LIBERTAD?

Y levanta altos muros a mis alrededor.

No fuiste Tu

Que fuí Yo.

Fui Yo
Fui Yo

El que embarranco el barquito

El que dice no

El que se esconde en la caverna

Soy YO

Sin Recuerdo

No recuerdo la forma de la herida

ni la furia del viento en el sendero,
mi carne tiembla
y siento que me muero
al son de la caricia inadvertida.
La noche sin pasión de nueva vida
es cárcel sempiterna del lucero,
es el llanto
del tiempo prisionero
que busca la razón de tu partida.
Arrancando del viento un gemido
mi tosco pensamiento, no se donde,
buscará la palabra
que se esconde
en la bruma del mar embravecido.
Ignorará tu voz, tu despedida
y toda torpe lágrima que ahonde,
el abismo del beso
que responde
al roce de mi boca enardecida.
No recuerdo la forma de la herida
ni la furia del viento en el sendero,
solo está la soledad
en que me pierdo
en el fugaz ocaso de mi vida.
Julia Ebe

Desvario

Desvarío

Quisiera
beber incansable
en el río
de tus besos,
sentir
tus dedos ágiles
deshojar
uno a uno mis vestidos,
mientras
tu morder ansioso
en mi piel desnuda
exita
mis sentidos
y cala hondo
mis dormidos huesos.
Que en la tibia
penumbra
de la alcoba,
nuestros cuerpos
sudorosos
se confundan
en un solo gemido,
vagando
sin rumbo
y sin torpeza
las caricias ,
como si no supieran
en que lugar
de los cuerpos
el acariciar acaba.

Julia Ebe

TU

Tu


no sabes de amores marginales

ni paisajes de sombra en la espesura,

ignoras la razón de mi locura

impresa en tus miradas tropicales.

Tu

que tienes maduros los trigales

y las manos bañadas de ternura,

desconoces la fiebre, la tortura

cuando siento tus besos matinales.

Tu

que dejas que tus labios

se adormezcan en mi valle

no escuchas el quejido de mi talle

que devora la inquietud

que me consume

Tu...


JULIA EBE

DUDA

Yo quisiera saber si los veleros

que navegan las agua de tu río,

conocen las caricias del rocío

y el clamor de los riscos pasajeros.

Solo así mis dedos prisioneros,

trenzarán las fibras del estío,

para amarrar la estela del navío.

Olvidando entonces lo pasado

y el temor transitivo de la espera,

aún sin viento a favor de tu ribera

encallaré en tu cuerpo de pecado.
 
JULIA EBE

Divertimento 1

Me dices que soy tu sueño
Tu príncipe azul
Vete a saber, salgo corriendo
Lo que querrás Tu

El Lago

Hace frío aunque calienta el sol
El silencio no es total porque
La pareja de cisnes se esta llamando
El bosque acuna el Lago
Que de tranquilo ha olvidado
Mecer las barquitas del
Muelle y las nubes pasaron
De largo su frontera del cielo
Los sentidos exhaustos
Acomodan la mente

Te ríes, te miro
Me miras, me río

Uno de los cisnes bate sus alas
Hiriendo al Lago para
Luego investigar en la orilla
Oculto entre las plantas acuáticas

Me río,me miras
Te ríes, te miro

El Lago vuelve a la calma

Amor incondicional

Moriré para que tu seas amor
Mi muerte hará que yo sea también,
Esta forma de amar que aprendí
Esta forma de amar que no puedo vivir.

Que mi sangre bautice tu risa
Mis lagrimas limpiaran tu hiel.

Quiero morir en tus labios
Vivir en la muerte
Que promete tu ayer

La senda por la que me perderé
No esta en tu piel
Esta en los puñales
En los restos de lo que fuimos
Lo que no volveremos a ver

Los colores del silencio

Apareció en el umbral de la cocina. El raído oso de peluche como escudo protector. Con sus ojos enormes sostenidos en unas botas demasiado grandes para ella.

Me asustó. Me asustarón sus ojos, su forma de gritar desesperados. Su inquietante espera me asustó. Quise apartar la mirada, inútil, era ya su prisionero. Quise correr hacia ella, inútil, no era ya dueño de mi cuerpo.

Todos sus años de angustias, los horrores que ahuyentaron el color de su vida. Las noches desveladas, las horas eternas, agazapada, esperando no oir el ruido. Muy quieta en su cama, sin provocar ningún sonido, atrayendo al silencio.

Y sus despertares ausentes de toda memoria, y el no mirar nunca hacia atras, y olvidar, siempre olvidar.Todo por esquivar el miedo.Todo lo hizo mio. Y ya no fuí joven ni ingenuo.Y mi pena, se hizo eterna.

Algozilla

Se levanta cada mañana fiero , sabe que es tierno como el tiramisú.

Tras la cortina estoy

Uhhhhhh

Manos tendidas

A lo que venga.

Cruzado de piernas

Pues eso, hoy no me muevo

Baño

Antes de llagar los jakuzi esto era suficiente.

La mirada de la gata

Solo una gata puede mirar asi, dándote todo mientras te asegura la ternura más esquiva.