miércoles, 19 de diciembre de 2007

Luna

Luna estaba triste. Cada noche las estrellas brillaban, lejos de ella.
El Sol con el que incluso llegaba a compartir unas horas seguía un camino tan diferente al suyo.
Tierra con la que tantos kilómetros había viajado estaba ¡tan lejos!….
¡Qué sola se sentía la Luna!
Estaba tan sola que su alma sufría,¡cuánto sufría! Y de tanto que sufría rompió a llorar.

Y lloró, y lloró, horas y días lloró. Y lloró tanto que sus ojos se hincharon y casi se seco el pozo de sus lágrimas. Con los ojos pequeños, una pequeña lágrima broto y quedo enganchada a sus pestañas, y no cayó. De tal forma que la lágrima se hizo lente y le acercó a la superficie de la tierra.
Extrañada, se fijo en lo que veía. ¡Un gato!
Un gato que solo en un tejado miraba hacia..¡Miraba hacia ella!
Gato vio a Luna y Luna vio a Gato. Y hablaron, y hablaron y pasaron las horas, y los días y los años pasaron.
Y Luna ya nunca recordó que un día creyó estar sola.

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